Un enfoque más estratégico de las inversiones en TI para navegar con éxito en el contexto económico actual

El actual panorama económico europeo presenta un conjunto único de desafíos y oportunidades para la transformación digital de las empresas. Gestionarlos y aprovecharlos es crucial para garantizar la relevancia y adaptabilidad de su estrategia de TI.
La economía europea ha demostrado resiliencia en un contexto global difícil, con precios energéticos más bajos, flexibilización de las restricciones de suministro y un mercado laboral sólido que respalda un crecimiento moderado en el primer trimestre de 2023. Esto ha disipado los temores de una recesión y ha mejorado las perspectivas de crecimiento económico, aunque la inflación también ha sido revisada al alza.

La gestión de cartera de TI debe adaptarse a este contexto económico. Durante períodos de crecimiento, las organizaciones a menudo tienen flexibilidad financiera para invertir en nuevas tecnologías y proyectos innovadores. Sin embargo, con las tasas de inflación actuales, se necesita un enfoque más estratégico de la inversión, centrándose en proyectos que brinden un valor inmediato y contribuyan a la eficiencia operativa.

En una economía difícil, los objetivos de los proyectos pueden tener que reducirse, los plazos acortarse y los presupuestos revisarse a la baja. El énfasis se pone entonces en la entrega rápida y eficiente de valor, con menos margen de error. Además, con las tasas de inflación actuales, puede haber una mayor revisión de los gastos en TI y una mayor demanda de transparencia. Esto requiere una comunicación efectiva y una gestión de las partes interesadas, asegurándose de que el valor y la justificación de los proyectos de TI estén claramente articulados.